Nuestra historia

El sueño de Vero

He estado gestionando viajes y sueños de muchas personas durante veinte años, rodeada de las calles urbanitas de Madrid, del bullicio de la gente y el jaleo del tráfico. ¿Mi modo de escape? Hornear pan en casa: preparar los ingredientes, amasar la masa y… suplicar al horno que todo vaya bien!

Empecé a elaborar panes sin gluten. Y, sin darme cuenta, lo que parecía ser solo un hobby, se convirtió en mi sueño profesional: “Qué bonito sería elaborar pan desde una casita en las montañas…”

Entonces llegó 2020 y el mundo se detuvo.

Confinados en casa, tuve la oportunidad de materializarlo: empecé a hacer cursos y aprender de panadería; el mundo estaba parado, pero yo me movía sin descanso. El sueño empezó a tomar forma de obrador y, finalmente, decidí convertirlo en mi profesión.

La nueva ilusión de Nacho

De ser instalador a trabajar en un obrador hay un trecho. ¡Un trecho que salté con ganas! Llevaba más de dos décadas en la misma empresa de telecomunicaciones. Los cambios de horarios, trabajos nocturnos y el desgaste motivacional me llevaron a plantearme un cambio de rumbo.

A veces, el sueño de otra persona se convierte en el tuyo; ¡el de Vero me dio el empujón que tanto necesitaba!

Después de una búsqueda exhaustiva de mi propósito de vida, sin encontrar mi “ikigai” como dirían los japoneses, empecé a echar una mano en el proyecto. Poco a poco esa ilusión empezó a crecer en mí, y ese sueño se convirtió en VERNA.

Entre sueños e ilusiones llegó el comienzo de VERNA.

Nuestro Obrador

La magia de nuestro pan nace en un pequeño obrador artesano ubicado en el corazón de Asturias. Nos enamoramos de la zona, el paisaje y la naturaleza. Su vista a las montañas nos recuerda la necesidad de conectar con la tierra, de recordar la tradición de nuestros abuelos y, sobre todo, recuperar el valor del pan. ¡El buen pan!

Queremos que cada hogaza lleve nuestras manos, nuestro trabajo, las mejores materias primas ecológicas y de proximidad y, sobre todo, mucho, MUCHO cariño.

Por eso siempre nos encontraréis en el pequeño obrador, manejando panes y robando mordisquillos de bizcocho. Y si no estamos, no os preocupéis, seguramente es porque nuestro pandillero de cuatro patas nos ha secuestrado para dar una larga caminata por las montañas 😉 ¡Y nos encanta!

Ahora es tu momento

El mejor momento para empezar a cuidarse fue ayer, el segundo mejor momento es ahora. Aún estás a tiempo, entra y averigua qué podemos hacer por ti.

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